325 Aniversario (2018) - Real Cofradía de Jesús -Nazareno- de Cieza

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325 Aniversario (2018)

2018 fue un año muy especial para la Real Cofradía de Jesús -Nazareno-, se vio inmersa en la celebración de una efeméride difícil de superar, pues la intención principal de la cofradía era realizar unos actos que estuvieran a la altura de los tres siglos y cuarto de historia que esta cofradía posee.

En el mes de diciembre de 2017, se daba inicio a estos actos con una Solemne Función Religiosa en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, oficiada por el Rvdo. Saúl Sánchez Fernández, vice párroco de la misma. Durante el acción de gracias de la eucaristía, tomaba la palabra Rafael Salmerón Pinar, ex presidente de la Junta de Hermandades Pasionarias, que, con la basílica apenas iluminada, realizaba un viaje a lo largo de la historia de la cofradía, que inesperadamente para los asistente al acto finalizó con una más que simbólica representación de El Prendimiento, las escuadras del Tercio Romano entraban en la basílica al son de los redobles de tambor para prenden a Jesús, haciendo que Cieza volviera a Semana Santa en las propias puertas de la Navidad.

El mes de febrero, en días previos a la cuaresma, volvía a ser cofrade, las Cofradías de Jesús Nazareno y de María Santísima de la Soledad, volvían a reunir al mundo cofrade entre los muros de la Basílica de la Asunción. En esta ocasión para hacer una Remembranza. Para hacer un nuevo guiño a la historia. Para hacer memoria y rememorar aquellas fechas de cuaresma cuando Nazareno y Soledad se unían para engalanar en el altar mayor de cara a los antiquísimos novenarios dedicados a sus respectivos titulares. Con menor cuantía en el tiempo, pero con el mismo sentimiento, ambas imágenes eran situadas bajo el camarín de Nuestra Señora de la Asunción, titular de la parroquia, engalanados con flores y velas para asistir a una solemne eucaristía oficiada por el Prior Pascual Gil Almela.

Marzo, mes de Semana Santa, y mes solidario, la Cofradía de Jesús organizaba el Festival Benéfico de Marchas de Procesión ‘Nazareno de Cieza’ a favor del comedor social Piedras Vivas con la intención de hacer un regalo de incuestionable valor a esta asociación ciezana que desconsideramente realiza un trabajo encomiable para ayudar a los más desfavorecidos. En dicho festival tomaron parte la local Agrupación Musical Medina Siyasa, junto con la Asociación Musical No Tenemos Prisa, y la Banda de Cornetas y Tambores Ecce Homo de la vecina Abarán.

Pasada la Semana Santa, y en vísperas del día grande del Santísimo Cristo del Consuelo, Nazarenos llegados de diferentes rincones de la geografía regional y la vecina provincia de Albacete, se daban cita en el Museo Siyâsa durante la primera quincena del mes de mayo para mostrar al pueblo de Cieza, y a todo visitante que en aquellos días pasaron por el museo, veintiuna formas diferentes de entender al Nazareno. Imágenes provenientes de ciudades como Cartagena, Librilla, Cehegín, Puebla de Soto, Calasparra, Archena, Caravaca de la Cruz, Tobarra, Jumilla, Ontur, Abarán, Alcantarilla, Blanca, Monteagudo, y unidas a las imágenes locales, mostraban un pantógrafo nazareno sin paragón. La Cofradía de Jesús consiguió reunir en el mismo museo a escultores tan dispares como Sánchez Lozano, Pinazo Martínez, Palma Burgos, Hernández Navarro, Roberto Roca, Clemente Cantos, Carlos Rodríguez, Molera Torá, Páez Álvarez, Molina Palazón, y los ciezanos Carrillo Marco, Yuste Navarro y Villa Vázquez, obras aunque en su mayoría contemporáneos en el tiempo, mostraban las diferentes formas en las que los escultores concebían y conciben la imagen del redentor.

Tras la romería de la queridísima patrona de Cieza, la Santísima Virgen del Buen Suceso, llegaba quizás el momento más esperado por los amantes de la Semana Santa ciezana. El Nazareno regalaba a gran parte del gremio cofrade una nueva oportunidad de enfundarse una túnica y volver a salir en procesión. La Cofradía de Jesús Nazareno, con la ayuda de las cofradías ciezanas, y la Junta de Hermandades Pasionarias, ponía en la calle los tres pasos que posee, creando una estampa única, pues el ciezano está acostumbrado a verlos desfilar en procesiones diferentes, pero no unidos en un procesión tricentenaria.

El Estandarte de la Junta de Hermandades Pasionarias abría el cortejo posesionando, precediendo a cerca de una veintena de cofradías nazarenas foráneas invitadas a formar parte de ese día. Tras ellos, y portado por ocho de las cofradías ciezanas, llegaba el paso de La Coronación de Espinas caminando al son de las marchas procesionales de la Agrupación Musical Medina Siyasa. El estandarte de la Cofradía de Jesús abría el siguiente cortejo. Capuces, verdugos, plumas y velos, formaban el cortejo representado por las cofradías y hermandades de la Semana Santa de Cieza, orgullo de la Junta de Hermandades, mostrando al mundo una vez más la unidad de una ciudad cofrade. Tras ellos, el paso de Santa María Salomé, que como siempre elegante y majestuosa sobre su trono, acompañada por la música de la Asociación Musical No Tenemos Prisa de Abarán.

Cerrando la procesión, y como no podía ser menos, la Cofradía de Jesús escoltaba a su titular, Nuestro Padre Jesús Nazareno volvía a salir a la calle con su cruz a cuestas dejando en la retina de todos los ciezanos una estampa única al verlo desfilar de noche en su camino al calvario. El sonido de las cornetas de la Banda de Cornetas y Tambores Ecce Homo de Abarán acentuaban todavía más esa magnífica representación de nuestro señor camino del Gólgota.

Para poner punto y final a los actos conmemorativos del trescientos veinticinco aniversario de la Real Cofradía de Jesús Nazareno, la cofradía volvía a convocarse entre los muros de la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, para con una sentida y solemne función religiosa, y un agradecido acción de gracias, la cofradía daba por concluido diez meses cargados de trabajo para agradecer al pueblo de Cieza la devoción a Jesús ‘El Nazareno’.